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Hace 500 años, la demanda de petróleo era mucho mayor que su oferta. Además de recolectar el petróleo que se filtraba a través del suelo, por medio de los pozos de petróleo terrestres, las empresas de la industria petrolera comenzaron a explorar más allá y desarrollaron una tecnología de perforación para extraer petróleo crudo por debajo del lecho marino.
Fue en el Golfo de México donde el concepto de perforación en aguas abiertas ganó tracción por primera vez, dando paso a la primera estructura de pozos de petróleo en alta mar. Las noticias se difundieron y, desde entonces, se han descubierto nuevos campos.
Entonces, ¿por qué hay tanta demanda de plataformas petroleras en alta mar y petróleo crudo?
Hoy en día, la mayoría de los electrodomésticos funciona con métodos de energía convencionales, que dependen en gran medida de la energía de combustibles fósiles, la cual alimenta indirectamente a fábricas, industrias, automóviles, viviendas, etc. Las alternativas a esta energía son los recursos naturales, como el viento, el agua y la energía solar. Sin embargo, la mayor tasa de eficiencia en el nivel actual de tecnología, sin duda, pertenece a los combustibles fósiles.
La reducción de las reservas del petróleo y el gas, tanto en tierra como en mar, a profundidades reducidas, ha obligado a los ingenieros de todo el mundo a desarrollar nuevas tipologías estructurales y avances tecnológicos, que han permitido manejar mayores profundidades y aprovechar reservas que hasta no hace mucho eran totalmente inaccesibles.
En cuanto a por qué las plataformas petroleras en alta mar se han convertido en algo común, una de las razones radica en los efectos de la perforación en tierra. El gran tamaño de la tierra requerida para mantener tal operación solo agrava el problema de tener una población en constante expansión, sin suficiente área.
Además, una fuga accidental de petróleo o la formación de un respiradero subterráneo podría contaminar los recursos de agua dulce y provocar problemas de salud en las regiones circundantes. Sin embargo, se está trabajando en el desarrollo de nuevas tecnologías para mitigar estos riesgos. Esto se suma al hecho de que, cuando un pozo de petróleo termina la extracción y se tapa, la plataforma deberá ser desmantelada y desechada; el costo de cambiar de ubicación es demasiado alto.
Por otro lado, las plataformas petroleras en alta mar resuelven una variedad de problemas. Por ejemplo:
- No ocupan terrenos reservados para industrias o viviendas.
- Se ha desarrollado una tecnología especial para evitar una fuga o explosión accidental en dichas instalaciones, anulando así las posibilidades de contaminar el agua.
- Se pueden remolcar a través de diferentes lugares después de que se haya drenado un pozo de petróleo.
De igual forma, las personas han sido fundamentales en las operaciones seguras y eficientes de estas enormes plataformas petroleras, ya que tienen que manejar gran cantidad de tareas en distintas áreas, desde la ingeniería hasta la asistencia. Por ejemplo, los especialistas e inspectores se aseguran de que la plataforma funcione correctamente, los ingenieros trabajan para corregir cualquier falla potencial y el personal auxiliar mantiene a toda la tripulación alimentada y proporciona otros servicios.
Sin embargo, si bien las personas son fundamentales para el funcionamiento de estas plataformas, se están realizando esfuerzos para cambiar gradualmente a una alternativa más segura y remota. De esta forma, solo se requerirían visitas absolutamente imprescindibles.
Generalidades de las plataformas petrolíferas
Una plataforma petrolera es una estructura flotante de gran tamaño, diseñada para extraer petróleo y gas natural de yacimientos submarinos. Además de todo el aparataje técnico necesario para la extracción del crudo, incluye el alojamiento del personal que la opera y el que la cuida, ya que, debido a la actividad que desarrollan, suelen ser objeto de vandalismo.
Estas plataformas se construyen utilizando las tecnologías más modernas, que ayudan a combatir las inclemencias meteorológicas existentes en alta mar. Se estima que alrededor de medio millar de plataformas de extracción están activas, las cuales, antes de llegar al agua, han estado unos 18 meses en los astilleros para ser fabricadas.
Cada plataforma petrolífera se asienta sobre gigantescas patas móviles que se clavan en la superficie marina y, la cúspide, está segmentada en varios fragmentos que se ensamblan en alta mar; cada uno de estos fragmentos debe ser remolcado en varios barcos desde los astilleros.
Montar todos los segmentos de las plataformas petrolíferas puede durar varias semanas. Una vez lista, se procede a completar el último paso, la perforadora. Este es el elemento principal con el cual se excavan las diferentes capas de roca del mar, hasta llegar a los pozos de petróleo o gas. La punta de la broca, valorada en 24.000 euros, está formada por varias cuchillas de diamante.
La broca de diamante lleva en su interior un sónar que muestra a los técnicos la zona en dónde se está taladrando. Este elemento es fundamental, tanto para que la broca se dirija hasta las bolsas de combustible, como para sortear las diferentes masas de agua a presión que pueden estropear el sistema. Después de aparecer el gas o el petróleo, se transporta hasta la costa a través de varias tuberías. Cada plataforma tiene un precio que oscila entre los 105 millones y los 360 millones de euros y necesita de 80 personas para que pueda funcionar. No obstante, normalmente suelen estar habitadas por varios centenares de trabajadores.
Tipos de plataformas petrolíferas
Estas plataformas en aguas profundas, conocidas como plataformas offshore, carecen de acceso directo desde tierra firme, permaneciendo inmóviles en el mar, gracias a distintas técnicas.
Las plataformas pueden ser fijas o flotantes. Las primeras tienen una capacidad de hasta 400 personas, se emplean en aguas poco profundas y suelen dedicarse a la producción y perforación. Las segundas pueden albergar hasta a 200 personas y se emplean a partir de los 400 metros de profundidad.
- Estructuras fijas: inicialmente, son quizás las más «sencillas» de entender. Son plataformas que descansan directamente sobre el lecho marino, quedando fijas. Como en muchas otras infraestructuras, existen distintas formas de abordarlas, lo cual dependerá de cada caso concreto, siendo la profundidad uno de los criterios más decisivos.
- Estructuras flotantes: este tipo de estructuras se basa en el principio de Arquímedes para mantenerse flotando en el agua.
La conectividad satelital en las plataformas petrolíferas
La infraestructura terrestre es incapaz de proveer conectividad a una plataforma petrolera, siendo las conexiones satelitales las únicas viables. En ese sentido, AXESS es experta en proveer conectividad altamente confiable en circunstancias de difícil acceso, como encontrarse en alta mar o en cualquier lugar remoto y carente de otro tipo de tecnología de conectividad. Así mismo, conoce las necesidades de la industria petrolera y, por eso, con el propósito de ofrecer soluciones de conectividad a la medida de cada uno de sus clientes, tiene en cuenta características como: las enormes y dispersas geografías operativas, los peligrosos ambientes laborales y los altos costos de operación.
Actualmente, las exploraciones en aguas profundas todavía requieren grandes inversiones y, por ello, son pocos los países que cuentan con las tecnologías necesarias; la sola exploración supone sumas de entre 200 y 250 millones de dólares (mdd), a los cuales se suman entre 6 mil mdd y 15 mdd por concepto de infraestructura, perforación, instalaciones submarinas y mantenimiento de los pozos. Igualmente, son muchos y muy peligrosos los riesgos a los cuales se enfrentan, tanto el personal como la producción: corrosión, tuberías dobladas, alimentación de energía a las instalaciones submarina, entre otros; el más mínimo descuido puede ocasionar graves accidentes. De ahí la importancia del monitoreo 24/7 en tiempo real, facilitado por la conectividad.
Así mismo, gran parte de las empresas petroleras sitúan sus plataformas en naciones como Venezuela, Brasil, Oriente Medio, Mar del Norte o costas de Escandinavia, por lo cual sus trabajadores deben pasar largos períodos de tiempo lejos de sus lugares de origen. En este sentido, la importancia de la conectividad en las plataformas petroleras tiene además connotaciones humanas, de entretenimiento y comunicación de los trabajadores con sus familias.
Hoy en día, las condiciones laborales de las personas abordo han mejorado notablemente. Dependiendo del tipo de instalaciones y la empresa dueña de las mismas, es posible encontrar modernos sistemas de televisión, internet y telefonía satelitales, salas de cine, gimnasios, saunas, juegos de mesa o videojuegos y hasta pistas de squash.
AXESS sabe que la conectividad cobra especial importancia en las plataformas petroleras, ya que es imprescindible a la hora de llevar las bondades del Internet de Todo (Internet of Everything, IoE) a estos ecosistemas industriales altamente especializados. Las tecnologías del siglo XXI favorecen el óptimo funcionamiento de los sistemas de producción, el tratamiento de químicos y gases, la exploración sísmica y perforatoría o el telecontrol en el manejo de equipos de perforación en pozos. El IoE promete ayudar en varios aspectos, como la detección temprana de fugas y la videovigilancia con analíticos o sensores inalámbricos, con el fin de recolectar datos útiles para la toma de decisiones.
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